En una lectura de Registros, se abre tu campo akáshico y es tu alma, o tus guías o los guías de quien hace la lectura, quienes filtran todo lo que está escrito mostrando lo que guarda relación con tus preguntas. Un lector es en definitiva un canal, un instrumento de comunicación entre tu alma y tú. La forma que sea elegida para que tu alma se exprese estará en función de la capacidad de los canales, de tus necesidades, de tu nivel de conciencia, etc. Son paquetes de información (ondas) que nosotros traducimos en imágenes, palabras o sensaciones físicas. La onda es tan amplia que cada canal puede leer una parte del paquete completo. Por eso a veces, diferentes canales aportan perspectivas diferentes aunque complementarias al mismo asunto. Cada uno ve una parte del holograma y una sola parte ya es perfecta, porque esa parte contiene al todo.
En la lectura de tus registros, la información puede venir en
forma de imágenes que iré describiendo, en forma de de palabras (escucho con un sentido que no es el oído físico), de emociones o sensaciones físicas. Es la respuesta a tus preguntas, así que todo lo que pasa en una sesión es relevante, incluso los sonidos del exterior o el ambiente que nos rodee. Todo es tu Libro manifestándose en ese momento. Todo es presencia es ese momento. Pero sea como sea la vía de comunicación, la información se da siempre en el nivel que puede filtrar el lector y que puede entender el consultante. Nunca te vas a ir diciendo: “no me he enterado de nada”.
Los lectores no son mediums, no entra una entidad en nuestro cuerpo y toma el control para poder expresarse. Pero sí que tiene que haber un presencia absoluta de toda nuestra energía y potenciales, porque sólo así podemos “desaparecer” como personalidades para ser el canal más limpio posible. No entro en trance, estoy consciente todo el tiempo, así que durante la conversación se pueden mantener un diálogo conmigo. Pero olvídate de bolas de cristal o esoterismos extraños. El proceso es de una normalidad absoluta. Es un diálogo.
Los lectores son buscadores de la verdad, las preguntas nos impulsan a ir hacia adelante. No te extrañe que el lector sea una persona que haya leído de todo, haya hecho todo tipo de cursos, que tenga patadas de títulos….. Eso redunda en tu beneficio, porque cuánto más sepamos o tengamos integrado, más información hay en nuestra estructura que puede ser usada durante la lectura. Muchas veces se puede ofrecer algún recurso terapéutico para sanar o solucionar algún tema concreto. Nosotros no podemos canalizar algo que no pueda ser introducido a través de nuestros cuerpos. Un ejemplo: si no sé absolutamente nada de matemáticas, aunque venga esa información, no podré decodificarla, no la entenderé.
Cada lectura es un mundo. No hay 2 libros iguales porque no hay 2 almas iguales. Pero hay una estructura, más o menos, en la forma de realizar las lecturas: abro tus Registros a través de una oración sagrada, me dices todas tus preguntas, yo las escribo todas seguidas, las contesto en un diálogo entre tú y yo y cierro tus Registros con otra oración sagrada. Así de sencillo.
Me da miedo que me regañen
Cosas que pasan en una sesión
- El hecho de estar en contacto con frecuencias tan altas produce ya una sanación, sutil pero real. Si se manifiesta algún bloqueo energético, en alguno de los campos, también lo trabajo para que la persona salga de la sesión lo más libre posible.
- El hecho de saberse multidimensional, de que hay respuestas, de que no se nos juzga… nos produce una cierta tranquilidad. Es una paz interna que surge del consciente pero también del encuentro sagrado que se ha producido con nuestra propia alma. Y todos sentimos, más o menos intensamente, la necesidad de “volver a casa”.
- El hecho de disolver dudas, dar luz a situaciones que no entendemos, que se nos muestre un camino, dar sentido a nuestra vida, saber que tenemos un lugar y un cometido de vida que hacer, etc, nos da fuerza, nos empondera y nos da las riendas de nuestra vida. La mayoría de las veces, las respuestas confirman lo que en el fondo tú ya sentías o medio sabías. Esa confirmación es un alivio también.
Como te he dicho al principio, mi trabajo es conectarte a tu verdad última, que te veas y te pienses desde otro lugar. Subimos a lo alto de la colina para ver todo el paisaje. Desde ahí puedes ver mejor qué es tu vida y quién eres tú. Por supuesto las preguntas que traigas serán contestadas, pero te ofrezco más que respuestas a una lista. Y para eso necesito algo de tiempo, por eso mis lecturas son más largas.