(Publicado por primera vez en el blog de Creando Tu Futuro) La atención es nuestro pensamiento enfocado. Pero no sólo son pensamientos lo que se dirige cuando nos enfocamos: ponemos una intención, nos concentramos, encontramos respuestas o soluciones, resolvemos y descubrimos. Nuestra atención es selectiva. El cerebro sólo registra conscientemente un 10% de todo lo que percibe con lo que si podemos elegir un porcentaje de ese 10%, descartaremos lo que no es necesario, lo que estorba o lo que despista. De esa manera podremos concentrar nuestros esfuerzos, activar de manera más eficiente nuestros recursos y capacidades. Cuanta más consciencia haya detrás del enfoque, hay más decisiones, más determinación y más empuje. Eso hace que la Voluntad (que se agota fácilmente), se alimente sola.
Así que esa energía que dice el título es todo esto que conlleva la atención.
Todo esto que pasa cuando nos enfocamos en algo que queremos conseguir o resolver también se pone en marcha, exactamente igual, cuando la atención está en lo que no queremos. Recuerda que la atención es selectiva, así que si estás en lo que no quieres, no puedes estar en lo que quieres. Nuestra mirada conlleva decisiones y recursos, así que, sin saberlo, estamos sosteniendo lo que no queremos.
Si no sabes qué es lo que quieres, búscalo, pon tu atención en encontrarlo. Sin foco nos despistamos fácilmente, diluimos la intensidad que se necesita a veces para conseguir algo.
¿Eres consciente de cuánta energía estás invirtiendo en lo que no quieres?
Nuria Velasco
Colaboradora de Creando tu Futuro CTF
Coaching, PNL y Registros Akáshicos
www.creandotufuturo.es