(Publicado por primera vez en Mindalia) Si quieres cambiar algún aspecto de tu vida, salir de lo que se conoce como la “zona de confort”, van a saltar todos tus miedos. Estaban aguardando como guerreros dispuestos a no dejarte pasar cuando te acercaras al límite de tu zona. Pero esos pánicos y miedos, que hablan con palabras “sensatas” y “lógicas”, quieren convencerte de que no sigas adelante porque entonces tu sistema no podrá mantener el control sobre las circunstancias y por tanto, no podrá protegerte. Ante lo desconocido, tu sistema te quiere a salvo, no quiere que te enfrentes a peligros que no puedas atravesar, o que vuelvas a sufrir de lo mismo que sufriste en el pasado. Así que ten en cuenta que lejos de ser enemigos, esos miedos son compañeros fieles que velan por ti.
El miedo nos ayuda a responder rápidamente ante una amenaza, nos enseña a estar alerta, a estar conscientes, en el presente, atentos, con todos los sentidos activos. Es un gran amigo cuando le escuchas. Te acompañará para que puedas andar por ese terreno desconocido con cautela, para que no des pasos en falso. Te enseñará tu valentía y tu osadía. Te recordará momentos del pasado para que tengas en cuenta algo que te pueda servir ahora. Te ayudará a estar preparado.
Pero si no le escuchas, si te da miedo tu miedo, si evitas hablar con él, te paralizará. Usará todos sus recursos para que no avances, para que creas que no debes hacerlo, que estás mejor así, que “más vale lo malo conocido”. Te convencerá porque tú querrás ser convencido. Y te quedarás en tu zona conocida. Te conformarás con lo que tienes, bajarás el mínimo. Cada vez que dejamos de intentarlo, aumentamos la indefensión. Recuerda que no hay emociones negativas, sólo malas gestiones.
Nunca salimos realmente de la zona de confort, sólo la ampliamos. No partimos de cero, así que nos acompaña lo que nos sirve para utilizarlo más allá de los límites que conocemos. Cuando aprendemos algo, lo que hacemos es incorporarlo e integrarlo en nuestro terreno, de esa manera vamos ampliando nuestro mundo.
La zona de pánico o de miedo, que rodea a la de confort, está ahí para ser cruzada, pero tendrás que decidir si esos miedos tienen razón y das marcha atrás sin avanzar, o si hablas con ellos para que no te bloqueen, y te ayuden a estar alerta y preparado para cruzarlos.
Lo que no te cuentan tus miedos (quizá ellos no lo saben tampoco, no les culpes) es que detrás de ellos está el aprendizaje, las posibilidades, la apertura, la aventura, lo nuevo…. Detrás de tus miedos está lo que tienes que conquistar. Porque en el fondo, si lo piensas bien, se trata sólo de una emoción, nada más. Y si la tienes tú ¿no te pertenece?, ¿no te sirve a ti?, ¿no puedes con ella?
Tendrás que pagar el peaje. No puedes hacer una tortilla sin romper los huevos. Tampoco puedes salir de tu zona conocida sin gestionar tus miedos.
¿Qué dicen tus miedos que no hagas?
Nuria Velasco
Coaching, PNL y Registros Akáshicos