(Artículo publicado por primera vez en Mindalia)
Hace poco me hicieron esa pregunta en una Masterclass de Inteligencia Emocional. Es un pregunta poderosa, ¿verdad? Fijaros que preguntó “¿por qué te levantas?”, sino “¿para qué?”.
Saber la respuesta cambia completamente la vida, porque está alineada con el propósito fundamental por el que estamos aquí. Pero si no lo sabemos, significa que nos levantamos porque tenemos que hacerlo, porque tenemos obligaciones que cumplir, trabajos a los que ir, cosas que hacer, etc. Pero nada de eso se alimenta desde la motivación y la fuerza que da el propósito fundamental. La misma vida se puede vivir en color o en blanco y negro. Cuando no sabemos para qué hacemos lo que hacemos, cuando no hay una ilusión que mueva nuestros pasos, estamos en blanco y negro.
¿Para qué te levantas por las mañanas?
Tenemos que hacernos esas preguntas para darle una dimensión más profunda a lo que hacemos y para dotar a nuestra vida de más riqueza. No podemos ir en automático porque puede que se nos haya olvidado por qué hacemos las cosas. Y si eso pasa, puede que ya no tenga sentido lo que estamos haciendo, sólo estamos siendo fieles a una decisión que tomamos hace muchos años, cuando éramos otras personas. O puede que pase lo opuesto: que te reafirmes en esa decisión porque siga siendo válida, pero al revisarla, nos reconectamos con la motivación que tuvimos en su momento, con lo que nos empoderamos y podemos brillar haciendo lo mismo.
Si resulta que no sabes para qué te levantas, es el momento perfecto para encontrar la respuesta. Búscala:
¿Qué quieres del día al levantarte?
¿Qué te da vida para levantarte?
¿Qué objetivo persigues cada día?
¿Qué denominador común tienen todos tus días?
¿Qué persona está viviendo tu vida?
¿Qué falta? ¿Qué sobra?
¿Cuál es el motor de tu vida?
¿Qué la impulsa?
¿Cuánta ilusión hay en tu vida?
¿Cuál es la visión que quieres alcanzar?
Piensa que cada pregunta que resuena en ti, tiene una respuesta, sólo debes dejarla emerger de ese lugar profundo donde habitan todas ellas. Ya sabes lo que sabes, y ahí no están las respuestas. Utiliza estas preguntas para ir a donde está lo que todavía no sabes que sabes. Y una vez que se conteste, mira cómo de alineado está con tu vida.
Todos deberíamos tener una buena razón para levantarnos de la cama por la mañana: un objetivo a conseguir, un sueño que seguir, una ilusión que nos motive. Claro que hay obligaciones, todos las tenemos. Pero además de las obligaciones que hay que cumplir, hay una energía que sostiene nuestras acciones: nuestro propósito fundamental.
Si supieras tu propósito y supieras que realizarlo dará sentido a tu vida ¿irías a por él?
Si supieras que cada día que te levantas es una oportunidad de sentir la paz de saber que estás haciendo lo que has venido a hacer, ¿cambiaría algo en tu vida?
Si tuvieras la seguridad de que tu vida está alineada con tu Ser, ¿quién serías?
¿Te das cuenta de lo importante que es saber para qué te levantas por la mañana?
Cuando te conectas a tu propósito ya no hay auto-saboteos ni necesitas frenarte porque todo tu día forma parte de ese camino de auto-realización. También baja el nivel de esfuerzo en esa vida, porque el esfuerzo viene por obligarte cada día a hacer cosas que no quieres o no te aportan nada. El esfuerzo por sí mismo, cuesta y se agota enseguida. Pero cuando es alimentado por el corazón, ya se retro-alimenta solo. Fíjate en las personas que están trabajando en lo que les gusta. Hace poco una amiga ha abierto un negocio propio y me decía emocionada: “ahora trabajo 14 horas pero ni me doy cuenta”.
Cada persona viene con una mochila en la que hay dones, capacidades, aprendizajes, memorias, cosas a resolver, cosas que integrar, etc., pero también hay un propósito, un “para qué”. Todo en nuestra vida está diseñado para cumplirlo y cuando lo hacemos, todo tiene sentido.
¿Cuál es tu propósito?
¿Para qué te levantas por la mañana?
Nuria Velasco
Coach Transpersonal y Lectora de Registros Akáshicos
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