(Publicado por primera vez en Mindalia) Como el autoconocimiento es mi camino personal y profesional, me asombro cada día al descubrir que las personas no sólo no se conocen, sino que ni siquiera saben lo que contienen. Los pensamientos y sentimientos que viven en nosotros, son nuestros. No parece que sea tan obvio por que cada vez que pregunto por el nombre de una emoción o para qué piensan eso si no les sirve, la respuesta invariablemente es “no lo sé”. Pero ¿quién piensa o siente todo eso? Pues ese es el dueño. Pero vamos por la vida como si no importara lo que pensamos, decimos o hacemos. Son cosas que “están ahí”, pero no nos responsabilizamos de ellas. Y todo ese caos interno en el que vivimos, es fruto de no saber lo que llevamos dentro. Ni siquiera estoy hablando de capas profundas o transcendentales: estoy hablando de lo más básico: pensamientos, emociones, heridas, sueños, frustraciones, ausencias, necesidades…. Convivimos con todo eso, nos acostumbramos a su presencia incluso cuando no nos gusta tenerlos. Entonces ¿qué hace que si no estás a gusto contigo, no busques la razón? Se ponen parches, haciendo muchas cosas para estar ocupado; se buscan sustitutos, para ver si así no sentimos el vacío; se buscan personas a las que se les pide que arreglen nuestra vida, como si fuera posible arreglar lo que no conoces. La atención hacia fuera nunca encontrará la solución, porque es dentro donde no estamos mirando.
¿Qué nos da tanto miedo de mirar en nuestro interior? Nuestros pensamientos y emociones son nuestras, nos pertenecen, surgen de nosotros, ¿para qué mirar hacia fuera cuando están surgiendo de dentro? En serio, ¿qué nos da tanto miedo?
Acumulamos creencias, patrones, ideas, pensamientos, que ni siquiera son nuestros. Revisa tu cabeza y verás que mucho contenido viene de lo que te enseñaron las personas importantes para ti, lo que te dijeron sobre la vida, sobre ti y cómo son las cosas. Otra parte pertenece a tu cultura, en otro lugar tendrías otros patrones. Las cosas que te pasaron y no te pasaron también crearon las verdades a las que eres fiel. ¿Cuánto de todo eso es válido ahora mismo?, ¿cuánto te impide ser quien eres y cuánto te ayuda?, ¿para qué llevar un equipaje lleno de ropa que no te sirve y pertenece a otros y a otra época? Si nunca haces limpieza de tu armario, se acumula mucho trasto, ¿verdad? Pues en nosotros también.
Todas las heridas que portas, condicionan tu forma de vida. ¿Quieres ser la persona definida únicamente por su problema, su herida o su dolor? Construimos nuestra vida en función de quiénes somos, pero si no nos conocemos, lo hacemos en función de cómo otros nos dicen que tenemos que vivir. Vivimos en cuerpos que no respetamos, con mentes llenas de contenido que no nos pertenece y con emociones que escondemos en cajas porque su intensidad nos da miedo sentirla. Queremos una vida estupenda pero no trabajamos para ser esa persona que consigue su vida estupenda. Esperamos a que las circunstancias cambien para ser felices, pero las circunstancias serán siempre un reflejo nuestro. Aspiramos a una tener relación maravillosa pero no somos esa persona maravillosa.
¿Puedes respetarte si no sabes lo que necesitas?
¿Puedes ser feliz si te dan miedo tus emociones?
¿Puedes quererte si eres un desconocido para ti mismo?
¿De verdad quieres vivir el resto de tu vida sin conocerte
Nuria Velasco
Coaching, PNL y Registros Akáshicos